Es como flotar, cerrar los ojos y dejarse llevar. Otra vez la brisa fresca sobre mi rostro. Las luces, los sonidos de violencia, el humo... Salimos del edificio entre nubes de humo negro, mi pierna duele y sangra y él me lleva en sus brazos. Explosiones por doquier, el edificio se derrumba, la gente grita.
Me pone a salvo en un callejón. Hay disparos, la gente corre, se empuja, huye, se esconde. Me dice que todo estará bien y me abraza, mi pierna sigue sangrando. Yo confío en él, todo estará bien.
Lo soldados pasan corriendo cerca del callejón, tenemos suerte y no se fijan en nosotros. Más explosiones, parece que todo se derrumba, las ratas se arremolinan en el bote de basura que está cerca de nosotros. El bote se cae, esta vez no tenemos tanta suerte, un soldado se fija y entra en le callejón. La gente grita, hay humo por todas partes. Nos mira, su ceño se frunce, grita y nos amenaza con su arma. Él trata de defenderme, el soldado lo golpea en la boca con el mango de su rifle y sigue gritando. De mis ojos brotan lágrimas, la brisa fresca sobre mi rostro. Explosiones, la basura esparcida por el callejón. Él se levanta y trata de pelear con el soldado, el soldado cae, se resbala con la basura. Sonidos de ratas, explosiones, humo negro, la brisa fresca sobre mi rostro. Él patea el soldado en el estómago y le quita el rifle.
Sin más tomó el arma y como por arte de magia su mano dejó de temblar, ya no había miedo en sus ojos, sólo dolor. Un disparo, sólo un disparo más, nadie se da cuenta. Me toma en sus brazos y salimos corriendo. Una vida más ¿sólo una más? En sus brazos, es como flotar, cerrar los ojos y dejarse llevar.
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