
Miro mi reloj y las manecillas comienzan a avanzar desesperadamente hasta que da la media noche. Miro hacia arriba y el sol se ha ido, ahora la luna lo mira todo desde arriba. ¡Hola luna! Tampoco contesta. Enfrente de mi, salido de la tierra, un cactus me mira. ¡No hay tiempo!, ¡no hay tiempo!, ¡no hay tiempo!, ¡no hay tiempo!, ¡no hay tiempo!, ¡no hay tiempo! repite sin cesar mientras se marchita y vuelve al hoyo de donde salió. Sigo caminando.
Llego a un oasis, miro mi reflejo en el agua. ¡Hola reflejo!, Hola, me contesta. Hay un pececito en el agua, ¿A dónde?, me pregunta. No sé, le contesto, "¿A dónde?, ¿a dónde?, ¿a dónde?, ¿a dónde?, ¿a dónde?, sigue diciendo. Sigo caminando.Me encuentro un coyote, es lindo. Sin fin, aúlla, sin fin, aúlla, sin fin, aúlla. Hola, le digo. Sin fin, aúlla. Sigo caminando. Desde el suelo una serpiente me mira. Hola, le digo. Hola, me responde. Sigue hablando: ¿Te acuerdas de mí?, me pregunta. Sí, ¿qué haces aquí?, le respondo. Vine por ti, me dice, ¿Sabes por qué?
No hay tiempo, le respondo. Exacto, dice con una sonrisa de serpiente. Acompáñame, me dice. ¿A dónde?, le respondo. A un lugar... Sin fin, completo. Exacto, me dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y/O deja un comentario:
¿Tú qué opinas?