Juárez. Nadie baja. Una señora se me queda mirando, ¿Qué pinche problema tiene conmigo? La miro y se voltea, pendeja. Me llevo el papel a la nariz, aspiro. Todos se me quedan viendo, ¿Qué pinche problema? Siempre juzgando, pendejos. Definitivo me bajo a la que sigue. Las miradas indiscretas de todos, pendejos. Cosa de todos los días.
Por fin se baja el tipo drogadicto. Al menos en Balderas sube gente más decente. Entre ellos un chico de esos "modernos", maricón pues. Todo arregladito que viene. Bueno, al menos él sí se arregla. No como mi hija toda fachosa. Si ya le dije, "Si no te arreglas vas a ser una quedada", pero nada que me hace caso. Si ya le dije, "Cada día quedan menos hombres"; si todos salen así "raritos". Y ella nada que me hace caso. A parte se ve que este chico tiene dinero, todo arregladito que viene. Mi comadre dice que es muy nuevo eso de la "homosexualidad" y que es muy raro; pero no, yo ya me acostumbré a verlos en el metro, "Si es cosa de todos los días", le dije. Por ejemplo, un día....
NIÑOS HÉROES
Apenas me subí una señora se me quedó viendo. ¿Qué, uno no puede tener un día malo? Sí, hoy me peleé con mi papá; y sí, venía llorando en el camión. Pero ¿Qué me ve? Y no sólo la señora, otra chava se me queda viendo. Sí ¿Qué?, lloré hace rato. La intimidad no existe aquí. Gente chismosa. Cosa de todos los días. Como sea, bajo a la que sigue.
Creo que el chavo que se acaba de bajar lloró hace rato. Pero bueno, no importa. Me volteo disimuladamente y quedo enfrente del chavo más guapo que he visto. Lleva la camisa ajustada, y con este calorcito... ruego porque no baje a la que sigue. Llegamos a Centro Médico. Las puertas se abren. El chavo se mueve para dejar bajar y quedamos pegaditos, yo me sonrío. ¡Que suerte, no se baja! Ojalá que se quede parado el metro para que quedemos pegaditos. Qué lástima; las puertas se cierran y seguimos avanzando. Ver chicos así de guapos no es cosa de todos los días.
CENTRO MÉDICO
En Centro Médico me hago a un lado para dejar pasar. El vagón queda bastante vacío, aún así la chica que viene enfrente de mí se me queda pegada y me ve raro. Disimulo y doy un paso hacia atrás. Una señora se sube como con mil bolsas y empieza a cantar. Las puertas se cierran. Nunca me había tocado alguien cantando tan temprano. Sólo un joven vestido de blanco le da unas monedas, parece doctor. La chica de enfrente se me sigue pegando; me incomoda. Del pantalón saco una moneda, cruzo el vagón y alcanzo a la señora. "Gracias joven", me dice. Cosas raras en el metro, cosa de todos los días.
Un chavo pasa corriendo por el vagón y alcanza a al señora para darle una moneda. Que curioso. Tomo mi maletín y me pongo a pensar en las consultas del día de hoy. Un señor se viene durmiendo a mi lado y se me empieza a recargar en el hombro. Bajo a la que sigue, así que tal vez tenga que despertarlo sutilmente. Doy un fuerte tosido, todos se me quedan viendo raro, pero funciona, el señor se despierta. Me levanto y me dispongo a salir, falta poco para la siguiente estación. El señor que venía a mi lado ya está dormido otra vez, ahora se apoya contra la ventana. Gente dormida en el metro, cosa de todos los días. Llegamos, me bajo y paso enfrente de una chica de rastas que va subiendo.
Me subo y paso enfrente de un doctor que se ve medio guapo. Qué bien, hay un lugar libre. El Sr. de a lado se viene durmiendo; bueno, casi todos los que vienen sentados se vienen durmiendo, hasta algunos de los que viene recargados en los tubos. Suena mi teléfono y contesto rápido, pero entramos en el túnel y se corta. Era mi mamá. Bueno, no importa, cuando llegue a la Fac le hablo. El metro se queda parado a medio túnel, y ahora que recuerdo, debería estar leyendo. Saco un libro de mi bolsa y me pongo a leer la Poética de Aristóteles. Un señor viene leyendo el periódico; en la portada hay una mujer casi desnuda y un descabezado. ¡Grotesco! Desgraciadamente es cosa de todos los días. Trato de concentrarme en mi lectura, pero todavía tengo un poco de sueño, y la llamada de mi mamá me preocupa. No me aguanto, me bajo en la que sigue para marcarle.
El metro, cosa de todos los días. (1)
El metro, cosa de todos los días. (3)
El metro, cosa de todos los días. (1)
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