El sonido de autos,
contaminación. El marco de una ciudad moderna. En un edificio gris, alto, con ventanas sucias; en el tercer piso, en una cama
desarreglada, en el interior de su mente, sueña, dibuja y desdibuja de nuevo la figura de los amantes que estuvieron en esa cama antes que ella. Ahora la dulce pareja está en el piso, cada uno a un lado de la cama, cubiertos de sangre, desnudos, sucios, llenos de amor y miedo hasta el cuello, muertos.
Se incorpora suavemente sentándose en la cama, mira a su alrededor, la habitación desordenada, el olor a asesinato fresco. Se levanta y va hasta el tocador, su rostro en el espejo luce hermoso, su sonrisa es cálida, su mirada brillante, su cabello largo y negro como su vestido. Toma su bolso y le da un último vistazo a la pareja que sigue mirándose por debajo de la cama con la misma ternura de siempre.

Un día lleno de pánico,
dolor,
angustia,
miedo, sangre,
hipocrecia,
un día normal.
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