lunes, 10 de diciembre de 2012

No te vayas.

Y entonces me dio un abrazo de "No te vayas". ¿Un poco más de azúcar?, me preguntó la camarera, el "plap" de su chicle me regresó a éste momento. "No te vayas". No, gracias, dos cucharadas está bien. Dos... está bien.

Tomo el café, respiro. Camino, respiro. El autobús. Respiro. "No te vayas"
$4.50 hasta allá, el camión no da cambio, ni modo. Sorbo uno, dos, tres tragos. Paisaje urbano, respiro.

Con permiso. Movimiento de rodillas. Alguien se sienta a mi lado.
Veo por un momento tus ojos en sus ojos. "No te vayas, respiro."

¿Cuánto tiempo llevo en éste camión? Dos segundos. ¿Tres?
El tiempo no avanza, cada paso me regresa a ti, cada vuelta de rueda del camión. A ti.
"No te vayas", abrazo cariñosamente tu recuerdo.
"No te vayas".

Disculpe, ¿sabe si falta mucho para llegar?
¿Dónde estoy?
Faltan dos semáforos. Claro, gracias.
El café sigue caliente. Dos, tres tragos más.
Cerraré los ojos y nos los abriré hasta que estés delante.
"No te vayas". Respiro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y/O deja un comentario:
¿Tú qué opinas?


Visitantes hasta el momento: