jueves, 14 de junio de 2012

I.- Alto.


N.- Mostrarse al mundo tal cual uno es. Abrir la alas. Cerrar los ojos.

L.- ¿Por qué te gusta seguir imaginando cosas que no van a pasar jamás?

N.- Sientes el aire frío. Te estremeces. Sus ojos. Te estremeces.

D.- Y yo quiero convencerme de que es así. De que esto no es despecho, es amor. De que tus ojos me iluminan no que me deslumbran. Yo quiero creerlo. Creerte. Y creerte para mí.

N.- Una mano busca la otra. Entre el sonido y las luces.

L.- En el cuarto oscuro. Oscurecido. En el silencio.

N.- La luz de sus ojos y la respiración. Entrecortada.

L.- El maquillaje de sus ojos está al límite del buen gusto. Es saludable permanecer al límite.

D.- Te sorprende la poca atención que puede prestarte la gente.

N.- No he tomado nada, lo juro. Sólo estoy feliz. Feliz como cuando en la infancia escuchas por primera vez el sonido del mar.

D.- Aún respiras, justo antes de que ocurra. Luego viene la nada.

L.- Todavía con esa sonrisa idiota en la cara. Las alas abiertas.

N.- Su cabello negro inundándolo todo.

D.- El cuerpo que se congela. Antes de la huida. La vida que se detiene.

N.- Esa sensación...

L.- ¿La conoces?

D.- El piso frío en la mejilla como beso de despedida.

N.- Esa sensación...

L.- Está muerta.

N.- No te atreves. No tocas su mano.

L.- Está muerta.

N.- Tal vez demasiado tarde.

D.- Ésta muerte, que te atrapa cuando menos te lo esperas.




domingo, 10 de junio de 2012

Sol y Loquio (Fragmento)

Bigote lacio, cabello corto, bien peinado, sombrero, botas charras, cinturón piteado, rostro cenizo y mirada perdida, solo, allí parado, desierto bajo, calor arriba, uno, dos, tres minutos vaporosos.
Cosquilleo en el tobillo, el impulso de dar un paso. ¿Derecha o izquierda? Cosquilleo y cosquilleo otra vez. Se detiene.
(Se escucha un gavilán a la distancia. Después de unos segundos el hombre se descuelga del hombro un morral y se agacha para inspeccionar las cosas que hay dentro; una ánfora vacía, un pañuelo, una botella de vidrio vacía, una navaja y unos cerillos)
Las rodillas tocan la arena, el cuello se relaja, el calor aumenta, abro la navaja, la refrescante navaja, y la acerco a mi cuello, quiere decirme un secreto. Cierro los ojos y se calla.
"Por ahí viene el gavilán, por ahí viene ya volando; no me lo dejen llegar, pollitas anda buscando. Por ahí viene el gavilán con sus alitas plateadas..."
Pausa en el aire.
(Se escucha un gavilán a la distancia. El hombre guarda la navaja.)

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